Compuestos TOXICOS en ALIMENTOS y NO ALIMENTOS

Componentes Presentes en alimenticios, que pueden llegar a producir cáncer:


Aspartame: categorizado por la OMS como un posible agente cancerígeno por su relación con el cáncer de hígado, y las afectaciones sobre la sangre y las funciones motoras del individuo, regulándose así su consumo hasta una cantidad limite seguro de 40mg por kilogramo de peso de consumidor al día, es decir un limite de seguridad de 14 latas de refresco de 200mg al día, lo que se considera seguro según la OMS, sin embargo cabe recalcar que aunque allá sido categorizado y considerado solo posible cancerígeno esta sujeto a estudios mas profundos posteriormente para llegar a nuevas conclusiones, por tal motivo debería regular mas su consumo o evitarlo.




Presentes en no alimenticios, que pueden llegar a producir cáncer:

Lauril Sulfato de Sodio. Se utiliza en jabones y champús por sus propiedades para producir espuma. Suzuki lo desaconseja porque puede contener 1,4-dioxano, un compuesto que se sospecha que es cancerí­geno.

Triclosán. Muy usado en cosméticos por sus propiedades antibacterianas y funguicidas. Es habitual en jabones, pastas de dientes y desodorantes. Se sospecha que interfiere con las funciones hormonales y Europa lo ha declarado “muy tóxico” para los organismos acuáticos.

Formaldehí­dos. Es la base de lo que se conoce generalmente como formol. Su uso ha sido relacionado por varios estudios con la aparición de cánceres. Se utilizan como conservantes para los cosméticos. Varios estudios lo han conectaco además con irritaciones, asma y problemas reproductivos.

Parabenos. Se utilizan por su efectividad como conservante y por sus propiedades bactericidas y fungicidas. Hay mucha controversia sobre su uso desde que un estudio encontrara parabenos en un alto porcentaje de mujeres con cáncer de mama. La mayor parte de asociaciones cientí­ficas consideran que los parabenos son seguros, aunque su efecto a largo plazo está poco estudiado.

Compuestos de Polietilenglicol (PEG). Son frecuentes en cosméticos en crema por la textura que le aportan. Al igual que el Lauril Sulfato de Sodio, puede contener 1,4-dioxano. Generalmente se pueden identificar por los sufijos “etil” o “glicol”.

Butilhidroxianisol (BHA) y Butilhidroxitolueno (BHT). Son antioxidantes sintéticos. Según la Unión Europea, puede provocar reacciones alérgicas, son posibles cangerí­genos y se sospecha que puedan actuar como perturbadores endocrinos o tener efectos inmunológicos y causar hiperactividad.

P-fenilendiamina. Se utiliza fundamentalmente en tintes permanentes y también en algunos tipos de maquillaje. Se sospecha que puede causar cáncer. Se puede encontrar con varios nombres en las etiquetas. Uno de los más comunes es C.I. 76060.

Dietanolamina. Son quí­micos utilizados para hacer los productos más cremosos o espumosos. La DEA, como se abrevia a menudo en las etiquetas, es un compuesto irritante para la piel y los ojos. Puede además reaccionar con los nitritos y convertirse en cancerí­geno.

Ftalato de Dibutilo. Usado principalmente en productos para uñas y en perfumes. La Unión Europea considera que es un potencial disruptor hormonal. Además, experimentos de laboratorio han demostrado que, aunque no es un cancerí­geno por sí­ mismo, puede aumentar la capacidad de otros quí­micos de causar mutaciones genéticas.

Siloxanos. Se añaden a los cosméticos para hacerlos más cremosos y agradable al tacto. Hay varios tipos, principalmente ciclotetrasiloxano, ciclopentasiloxano, ciclohexasiloxano y ciclomethicono. Sus efectos pueden variar, desde afectar a las funciones hormonales en el ser humano a causar infertilidad.

Perfumes: Se usan unos 3.000 quí­micos diferentes como fragancias. Uno de sus principales problemas es que no se especifica el tipo de quí­mico utilizado y muchos de ellos pueden provocar alergias, migrañas o asma.

Petrolatum: es un derivado del petróleo. Puede contener hidrocarburos aromáticos policí­clicos (HAP o PAH en inglés). Hay diferentes tipo de HAP y algunos de ellos han sido declarados cancerí­genos. La exposición a este tipo de compuestos durante el embarazo está además relacionada a un menor desarrollo intelectual y a la aparición de asma en el niño.

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